TECNOLOGÍA CRISPR.UNA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA (II)
Tras
leer su tesis, Mojica pensó dedicarse a estudiar estas repeticiones ya que
estaba muy intrigado. Le asaltaba la duda que un microorganismo se molestara en
mantener ese patrón regular y repetirlo muchas veces, lo tenía que hacer por un
motivo. Se puso a buscar bibliografía y encontró un artículo de unos japoneses
publicado en el 1987 sobre el genoma del E. Coli, donde indicaban que habían
encontrado repeticiones del mismo tipo. Y lo mismo pasó en 1991 con un grupo alemán
que las había visto en Mycobacterium.
Tantos los nipones como los germanos pasaron de puntillas sobre los detalles
descubiertos, cosa que no lo hizo Mojica, convencido que había un tesoro detrás
de ella.
Publicaron
en 1995 en “Molecular Microbiology” un estudió donde comprobó si regulaban la
expresión de los genes. Para conocer la función él y su equipo tuvo que
manipular y ver qué ocurría. Para ello cogieron un trozo de ADN con
agrupaciones de repeticiones y lo metieron en un plásmido recombinante y lo
introdujeron en una bacteria. Vieron que se morían, mientras que a las otras
bacterias control con el plásmido, pero sin integrar la secuencia, no les
pasaba nada. Dedujeron que había cierta incompatibilidad entre los plásmidos
con las repeticiones y el cromosoma de la bacteria, que también tenía esas
secuencias. Este estudio fue publicado en “Molecular Microbiology” describiendo
el fenómeno de los grupos de repeticiones, pero sin ofrecer una explicación
funcional, les dijeron que no sería publicable y Mojica tuvo que incluir la
hipótesis de que podía estar relacionado con la segregación de cromosomas
durante la reproducción bacteriana.
Mojica
volvió a Alicante tras unos años en Oxford investigando otros temas y volvió al
tema de las repeticiones. Para finales de los noventa, ya se conocía una
veintena de genomas bacterianos y Mojica pudo comprobar que en torno al 50% de
ellos tenía estas secuencias. En 2000 publicó de nuevo una descripción más
detallada del fenómeno y les puso un nombre: SRSR (de Short Regularly Spaced
Repeats) que tenía una corta vida. Un grupo de holandeses preparaba otro
estudio sobre el tema y quería poner otro nombre y pensó que intentaba ignorar
su artículo, pero tras hablar con ellos, decidieron pactar un nuevo nombre. Y
esa noche Mojica estuvo dándole vueltas al asunto y le salió el nombre de CRISPR, que era la definición exacta de
las características: (agrupación de repeticiones cortas palindrómicas
regularmente espaciadas). El holandés le dijo que le parecía genial pero años
después se atribuyó el nombre. Lo bueno de guardar los correos es que Mojica le
demostró que no era así.
En
la publicación del 2002, los holandeses identificaron cuatro genes asociados a
las secuencias CRISPR (los cas1, cas2, cas3, cas4) pero no sabían de su funcionalidad.
Pero Mojica era la funcionalidad que buscaba, casi lo tenía.
Mojica
supo ver un fenómeno especial. La llave no estaba en las secuencias CRISPR ni
en los genes cas asociados, sino en el interespaciado, en la secuencia de ADN
encajada entre dos repeticiones. Es lo que se conoce como espaciador.
Empezó
a recopilar estudios, uno tras otros, hasta darse cuenta que un espaciador era
idéntico a un virus, siempre secuencias de plásmidos o virus que infectaban a
la especie y observó también que las cepas con esos espaciadores eran
resistentes.
Sabía
que había descubierto algo importante y una noche de verano de 2003 le dijo a
su mujer: “he descubierto algo tan importante que supondrá un Nobel…, para
quien lo demuestre”
Un
Nobel que algún día esperemos que caiga en sus manos de genio.
Este
relato surgió de un programa de radio de Graziella Almendral en “2hastalas2”
sobre Genética y Longevidad y está basado en un artículo de Ignacio Fernández
Bayo en la revista “Enlace”. El artículo lo tenía seleccionado de antemano desde
el inicio del tema Genética pero el azar dio que en estos días se hablará de
él. Decir que para mí, siendo más bien nucelar y analítica y siendo la
bioquímica un mundo que por mucho que me esfuerce, me cuesta entender
determinados términos pues no es el relato deseable. Pero quería rendirle un
homenaje a Francisco Juan Martínez Mojica el impulsor de la Técnica CRISPR.
Participo con este microrrelato, como #polivulgador , en la iniciativa @hypatiacafe para el mes de Noviembre sobre #PVGenética
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