RATA
Desde antes que comenzará este año
2020 sabía que sería distinto. En las Navidades pasadas tenía la amenaza de un bulto.
En mi mente hubo siempre una idea que si fuese el diagnóstico malo te lo diría.
Quería decírtelo aun sabiendo que tu respuesta podía ser un silencio. Llego
Enero y el resultado fue cáncer, ese mismo día entre llamadas a médicos para más
pruebas decidí mandarte un sms: “Me acaban de detectar un cáncer de mama y me
gustaría que en este momento me abrazarás”. Sinceramente, no sabes muy bien
porque en ciertos momentos te acuerdas de personas que no están en tu vida y
eso paso contigo. Me respondiste: “Un abrazo. Cuídate. Verás como todo se
supera” no esperaba ni una llamada pero ese simple mensaje me sirvió como un
pequeño mantra para las pruebas médicas que vendrían después. Es curioso el poder
de las palabras que te agarras en estos momentos.
Un día decidí llamarte, dejarme
de mensajes y agradecerte el mantra que me sirvió para aguantar el ruido de la
resonancia. Hablamos, me dijiste de un libro, querías verme en su presentación.
Primera promesa. En mi cabeza pensé en dónde estaría yo cuándo ocurriese eso.
Estuve nerviosa durante un tiempo por ciertos motivos ¿cómo estaría yo para
entonces? ¿Cómo respondería al tratamiento?
Iba a la quimio con la ilusión de
recuperarme, de poder volver a ver a gente a la “vuelta” del tratamiento. Me
apetecía verte como me dijiste y era tu deseo.
Llego Junio, no sé, te llame,
hablamos, parece que mostrarte interés en mi tratamiento, había algo distinto.
Estabas atascado con el libro. Llegó la operación, fue bien, informé a todos
los que consideré de interés y me insistes que “A la “vuelta” a ver si nos
vemos”. Segunda promesa.
Un día, quiero quedar contigo,
decido llamarte. Me dices que ya no vives en Madrid y que has decidido no
volver a vivir en la gran ciudad, que no te encuentras a gusto con la gente y
aunque a pesar que has sido un rata de grandes locales de esta ciudad sin ley
estas muy a gusto donde estas…mentiste una vez más, rompiste tus promesas. Esta
vez no me siento culpable por nada, tal vez por creer un poco en la empatía
humana pero veo una cosa, que es verdad lo que me dijiste, eres un verdadero
Rata por no cumplir tus promesas.
Con este microrrelato participo en la convocatoria de @divagacionista de noviembre de 2020 con el tema #relatosPromesas