TRAUMA

Era una época extraña, no hacía más que mandar CV y ningún trabajo le salía. Unido al fin de una tormentosa relación, Alex se decidió a iniciar a su edad los estudios de un Master, uno de los cuáles tenía relación con su profesión y que hacía tiempo quería cursar. Ahora era el momento. Acababa de terminar otro pero sin gran éxito y afrontaba este con una mezcla de miedo y de ilusión.

Cuando empezó se vio que estaba entre alumnos recién licenciados, con aires de sabiondos que se comerían el mundo a bocados. Encontró a tres compañeros de su quinta con los que enseguida hizo piña, eran los más veteranos y eran su grupo de estudio.

Los días pasaban, pronto se vieron las rivalidades entre los veteranos y los jóvenes. Había el gallito del corral Pablo que azuzaba algunos cuantos en contra de una veterana. A Alex le parecía muy injusto. Comentarios machistas, ofensivos, denigrantes eran continuos. Sin embargo, ella y Alex se unieron porque aquel centro de estudios era como su hogar, habían trabajado previamente en el sector de la enseñanza del master y sentían que cuando estaban en las prácticas el laboratorio era su hogar, más avispados que los jóvenes.

Llegaron los exámenes previos a la Navidad, uno tras otro, aquello era un paseo militar, sin descanso, no había tregua. Alex pensaba que quizás se había equivocado en haber elegido ese master, que un poco vivir la vida no le hubiese venido mal. Tenía agotamiento, estrés, no dormía, aguantaba madrugones buscados para un futuro mejor que a la larga no lo veía muy claro y sin embargo, ahí seguía.

El día de las vacaciones de Navidad, cuando todos decidieron irse a tomar algo, Alex volvió a su casa y al entrar soltó los libros y sintió desde hace tiempo a salvo de la gente y se dijo: “Ahora estoy seguro porque este es mi hogar, mi casa, mi hogar” y no quiso saber de nadie en unos días. El hogar es el lugar donde te sientes mejor y hay paz.


Con este relato participo en el mes de Diciembre con el tema #relatosHogar para @Divagacionistas